Sigo adelante

La vida cristiana debe mantenerse en constante movimiento. Esto puede traducirse como la actitud de desarrollo, avance, crecimiento. Los creyentes no deben estancarse sino que buscan vivir manteniendo una dinámica de movimiento. Se trata de permanecer con acciones de servicio a Dios, trabajo, estudio, desarrollo personal y todo cuanto permita seguir avanzando.

Pablo escribió a la iglesia de Filipos lo siguiente: «No es que ya lo haya alcanzado todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí» (Filipenses 3:12 NVI). Las palabras de Pablo pueden estarse refiriendo a la vida espiritual, no obstante; las mismas pueden ser consideradas desde varias perspectivas. Es decir, vida espiritual, laboral, familiar, personal, etc.

Analicemos las palabras de Pablo y observemos dos expresiones, en las mismas, que nos llevan a deducir que la vida del apóstol se mantuvo en constante fluidez. Consideremos que estas palabras pueden ser aplicadas a todas las facetas o áreas de nuestra vida.

* «No es que ya lo haya alcanzado todo, o que ya sea perfecto…» Esta expresión hace entender que la vida de Pablo no tenía un tope en cuanto al desarrollo o crecimiento. Afirma no haberlo alcanzo todo, expresa que en su vida espiritual y de otras áreas aún tenía cosas que lograr. Considera no ser perfecto como una forma de afrontar que se ha equivocado o quizás ha fallado en muchos intentos, pero que es esa misma imperfección la razón de seguir adelante.

Hoy día debemos tomar en cuenta estas palabras y aplicarlas a nuestra vida. El detenerse, estancarse no es la actitud de un creyente. El momento histórico que vivimos amerita mantenernos en desarrollo, en movimiento. Quizás podamos pensar que no la tenemos fácil, pero considera que quien escribe esas palabras a los filipenses se encontraba preso cuando las escribió. Así que, hoy más que nunca sigamos adelante.

* «Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó  mí.» Estas palabras pueden ser entendidas como la motivación que Pablo tiene para seguir adelante. Afirma saber que Dios lo escogió por una razón; sin embargo, dicho propósito, hasta ese momento, no lo había alcanzado. Esto nos invita reflexionar en cuanto a que lo relacionado con el servicio a Dios no hay límite. No podemos llagar a creer que ya hemos realizado todo lo que debíamos o podíamos hacer para servir a Dios.

En cuanto a nuestra formación, crecimiento y desarrollo para servir a Dios no hay topes. Una vida cristiana que no se desarrolla se verá limitada en su servicio al Señor. La invitación de Pablo es a seguir adelante, mi motivación para ti es a continuar haciendo todo lo posible por mantenerte en movimiento que contribuya a tu desarrollo que afirme y fortalezca tu servicio al Señor.

Pido a Dios que puedas reflexionar por estas palabras y que consideres continuar adelante. El Señor se mantendrá firme en sus promesas. Sigamos avanzando Dios es fiel.

Ocvin Ordoñez